¿Cómo será el packaging del futuro? Muchos de nosotros imaginamos productos del futuro. Quizás sean envases con tecnología. En envases personalizados según el target, o cambiantes durante el día y según la compra. Sin embargo, lo que es seguro es que los envases del futuro deben ser sostenibles.
Las propuestas actuales de mejora de la sostenibilidad del packaging están enfocadas hacia los monomateriales y el reemplazo del PET por otros materiales. Actualmente están entrando en juego los plásticos reciclados. Como el r-PET (con distintos % de reciclado, actualmente desde el 40 hasta el 90%), la nueva generación de PE y los materiales biocompostables como el PLA (ácido poliláctico).
Ácido poliláctico (PLA): el no-plástico biocompostable
El ácido poliláctico (PLA) es una de las grandes apuestas de futuro. Este es capaz de convertirse de nuevo en abono, generando nuevas fuentes de material y formando parte de la economía circular. Que aunque costosa, es cada vez de mayor interés para la población.
Es un producto cuyos materiales de base se obtienen a partir de almidón de maíz o de yuca o mandioca, o caña de azúcar. Por lo tanto, tiene un origen 100% vegetal. Quimidroga distribuye un PLA que se obtiene a partir del maíz.
Este producto tiene funciones semejantes a las del tereftalato de polietileno (BOPET) o el polipropileno (BOPP). Lo que le convierte en una buena opción para hacer envases, pero que además puede ser biodegradable bajo ciertas condiciones de temperaturas y humedad.
Aplicaciones del PLA
Sleeves para personalización de envases
El Sleeve es una de las mejores opciones para presentar un packaging personalizado. Se trata de un tipo de packaging que tiene una gran capacidad de adaptación y que se ajusta perfectamente al envase. Es una segunda piel para el envase que permite darle una estética diferente, además de incluir toda la información sobre el producto necesaria.
El ácido poliláctico (PLA EF TDO), al ser un material biocompostable, es una solución ideal para productos que quieren ser distribuidos bajo la etiqueta de ecológicos.
Bandas para recubrir cocos, donde consta la información del producto y soporta la pajita; sleeves para botellas de vino o cava de marca ecológico. Estas son algunas de las muchas aplicaciones del PLA en sleeves.
Uso del PLA en laminación
En los últimos años los biomateriales como el PLA han entrado en la industria del packaging con mucha fuerza. Se convierten en películas que ofrecen soluciones más amigables con el medio ambiente. Las películas fabricadas a partir de este tipo de materiales orgánicos, han ido mejorando su transparencia y desempeño frente a las exigencias del envase tradicional.
Normalmente, las películas que se usarán como envase deben ser laminadas. Esto ayuda a tener un empaque más seguro. También proporciona una mejor barrera que protege el producto en su interior.
El ácido poliláctico (PLA EF UL) se usa en la fabricación de laminados para todo tipo de aplicaciones. Se utiliza en ventanas en bolsas de barras de pan, de cajas de cartón, doypacks para café, sazonadores de pizza con papel Kraft o stickpacks para barritas energéticas, entre otros.
El ciclo del poliláctico
Lo que hace especial al PLA es la posibilidad de restaurar en una planta de compostaje. Esto supone una reducción del consumo de combustibles fósiles y derivados de petróleo, y por lo tanto, un menor impacto medioambiental.
Esta característica hace posible cerrar el círculo, devolviendo el PLA compostado al fabricante en forma de abono para que lo utilice de nuevo como abono en sus plantaciones de maíz.
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