La sostenibilidad consiste en promover el progreso económico y social respetando los ecosistemas naturales y la calidad del medio ambiente. El consumo de productos cuyas materias primas proceden de fuentes renovables o naturales, y que son fácilmente biodegradables, es habitual. Los Alquilpoliglucósidos (APG) son tensioactivos sostenibles que cumplen con estas características y que son aptos para etiqueta ecológica, EU-Ecolabel.
Alquilpoliglucósidos (APG): los tensioactivos sostenibles con mejor perfil
Los alquilpoliglucósidos son tensioactivos de origen natural, 100% biodegradables, y que cumplen con certificaciones como EU-Ecolabel y Cosmos. Todo ello posiciona estos tensioactivos como unos de los de mayor perfil sostenible en la industria.
Además, los alquilpoliglucósidos ofrecen un bajo perfil irritante y una excelente compatibilidad con la piel, lo que los hace aptos para diversas aplicaciones tanto en el sector de la detergencia como en el cuidado personal.
¿Cómo escoger correctamente un Alquilpoliglucósido (APG)?
Los alquilpoliglucósidos son tensioactivos no iónicos: formados por una fracción apolar y una polar, que no está ionizada. La ausencia de carga eléctrica en este tipo de tensioactivos, hace que sean altamente compatibles con otros. De forma que es común la combinación de alquilpoliglucósidos con otros tensioactivos de distinta naturaleza y con carga iónica.
Los alquilpoliglucósidos son producidos tras la reacción entre un azúcar, que suele ser glucosa, y un alcohol graso. Cuentan con un grado de polimerización del azúcar de hasta cinco, lo que significa que pueden estar conformados por un máximo de cinco moléculas de glucosa. En lo que respecta el alcohol graso, la longitud de la cadena puede variar, generalmente de 8 a 14 átomos de carbono, lo que permite caracterizar al tensioactivo y atribuirle una funcionalidad u otra:
- Las cadenas más cortas, tienen la fracción hidrofóbica pequeña por lo que cuentan con una concentración micelar crítica (CMC) superior, concentración a la cual los tensioactivos empiezan a autoagregarse y formar las micelas que ocurren en la espumación. Esto explica que los alquilpoliglucósidos de cadena corta sean poco espumantes.
- Por otro lado, los tensioactivos con cadenas de alcohol graso más largas, tienen una fracción hidrofóbica superior, que se traduce en una CMC menor y, por lo tanto, son tensioactivos más espumantes.
Además de la capacidad espumante de estos tensioactivos, cabe destacar el alto poder humectante que tienen. La humectación se refiere a la capacidad del tensioactivo de adherirse a la superficie de limpieza y su consecuente disminución de la tensión superficial en la interfase líquido-superficie. Por lo tanto, los tensioactivos con una CMC superior (que requieren una mayor concentración de tensioactivo para formar micelas) son más humectantes, y al contrario, los que tienen una CMC inferior cuentan con un poder humectante bajo. De este modo, la capacidad espumante y el poder humectante son propiedades contrarias que caracterizan estos tensioactivos sostenibles.
Los alquilpoliglucósidos también se pueden clasificar según el origen: el alcohol graso puede ser obtenido por aceite de palma o por aceite de coco, siendo ambas fuentes de obtención 100% sostenibles.
Además, estos tensioactivos resisten pHs altos y son estables a un amplio rango de temperaturas.
Aplicaciones de los alquilpoliglucósidos
Los alquilpoliglucósidos se emplean en formulaciones de detergencia y de cosmética para mejorar la formación y calidad de la espuma: suelen generar una espuma cremosa y más estable en el tiempo.
El casi inexistente poder irritante de los alquilpoliglucósidos, la baja toxicidad y la propiedad de ser hipoalergénico, hace de estos tensioactivos sostenibles, ingredientes ideales para formulaciones que requieran una alta compatibilidad cutánea como los lavavajillas manuales. Otras aplicaciones en las que los alquilpoliglucósidos se emplean, son en detergentes de superficies y en productos de lavandería. En estos últimos, estos tensioactivos no iónicos tienen como beneficio que reducen la rigidez de los tejidos por su ausencia de cargas y, por lo tanto, generan un cierto efecto suavizante.
En lo que concierne al sector del cuidado personal, los alquilpoliglucósidos son tensioactivos ideales para limpiadores líquidos corporales o faciales, aguas micelares o incluso champús. Además, los alquilpoliglucósidos son altamente recomendables en productos de cuidado de bebés por su bajo perfil irritante, en toallitas húmedas y en productos de cuidado bucal.
Naturalidad en productos de limpieza en el cuidado personal
Los tensioactivos sostenibles a menudo están relacionados con el origen natural de estos tensioactivos. La naturalidad es una tendencia de gran importancia en los productos que consumimos, sobre todo en lo que concierne al cuidado personal. Los alquilpoliglucósidos son tensioactivos sostenibles de origen 100% natural, por lo tanto se ajustan a la norma ISO 16128 en cosmética (Relación con artículo Ingredientes cosméticos multifuncionales de origen vegetal según ISO 16128). Es por eso que los alquilpoliglucósidos son los tensioactivos más recomendados para productos en los que se quiera reivindicar una alta naturalidad de sus ingredientes.
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