Líquidos de frenos para automoción

Los líquidos de frenos son fluidos hidráulicos diseñados específicamente para transmitir la fuerza aplicada al pedal de freno desde el conductor hasta los frenos en las ruedas del vehículo. Estos fluidos deben cumplir con estándares de seguridad y rendimiento rigurosos para garantizar una frenada confiable.

Punto de ebullición alto: los líquidos de frenos tienen puntos de ebullición elevados para resistir el sobrecalentamiento durante la frenada repetida y mantener su eficacia. 

Incompresibilidad: son prácticamente incompresibles, lo que permite transmitir la presión del pedal de freno de manera eficiente a los frenos. 

Compatibilidad: son compatibles con los materiales de sellado y las piezas del sistema de frenado, como juntas y cilindros, para evitar daños. 

Estabilidad química: mantienen su estabilidad química a lo largo del tiempo, lo que evita la formación de burbujas y garantiza una frenada uniforme. 

Protección contra la corrosión: ayudan a prevenir la corrosión en las piezas metálicas del sistema de frenado, prolongando su vida útil. 

Frenos de disco y tambor: se utilizan en sistemas de frenos de disco y tambor en vehículos ligeros, camiones y motocicletas. 

Frenos ABS: son esenciales en sistemas de frenos antibloqueo (ABS), que permiten una frenada controlada y evitan el bloqueo de las ruedas. 

Sistemas de frenos hidráulicos: se encuentran en sistemas de frenado hidráulico, que utilizan la presión del fluido para activar los frenos. 

Frenos de emergencia: también se emplean en frenos de emergencia y sistemas de frenado asistido.