Aditivos para combustible

Los aditivos para combustible son sustancias químicas diseñadas para mejorar las propiedades y el rendimiento de los combustibles utilizados en motores y aplicaciones industriales. Estos aditivos se mezclan con los combustibles en diversas concentraciones según las necesidades específicas. 

Mejora de la lubricidad: los aditivos para combustible pueden mejorar la lubricidad del combustible, reduciendo el desgaste de los componentes del motor y prolongando su vida útil. 

Estabilidad térmica: ayudan a mantener la estabilidad térmica del combustible, evitando la formación de depósitos en los inyectores y cámaras de combustión. 

Mejora de la cetano/índice de octano: aumentan el índice de octano en gasolinas y el cetano en diésel, mejorando así la calidad y el rendimiento del combustible. 

Reducción de emisiones: al optimizar la combustión, los aditivos pueden reducir las emisiones de gases contaminantes y partículas finas. 

Prevención de corrosión: protegen los sistemas de combustible contra la corrosión, lo que es especialmente importante en aplicaciones marítimas o almacenamiento a largo plazo. 

Automoción: los aditivos para combustible se utilizan en vehículos de motor, como automóviles, camiones y motocicletas, para mejorar la eficiencia y reducir las emisiones. 

Industria marítima: en embarcaciones marítimas, los aditivos ayudan a mantener la calidad del combustible y reducir los problemas de corrosión. 

Generación de energía: en centrales eléctricas, plantas de generación y calderas industriales para mejorar la eficiencia y reducir la contaminación. 

Aviación: se utilizan en la industria de la aviación para garantizar un rendimiento óptimo y la seguridad de las aeronaves. 

Sector industrial: en maquinaria industrial, equipos pesados y motores estacionarios para garantizar un funcionamiento confiable y prolongar la vida útil de los motores.