Fibras para alimentación

La fibra es una sustancia de origen vegetal que el cuerpo humano no digiere completamente. Se dividen en dos categorías principales: solubles e insolubles, cada una con propiedades y beneficios específicos.

Mejora de la digestión: Las fibras insolubles, al no descomponerse, añaden volumen a las heces y facilitan su paso a través del sistema digestivo, previniendo problemas de estreñimiento. 

Control de peso: Las fibras solubles, al absorber agua y formar un gel, brindan una sensación de saciedad que puede ayudar en el control del peso al reducir el apetito. 

Regulación del azúcar en sangre: Las fibras solubles también pueden ayudar a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, beneficiando a personas con diabetes. 

Salud cardiovascular: Contribuyen a reducir los niveles de colesterol al atrapar parte de este en el tracto digestivo y eliminarlo del cuerpo. 

Estimulación del tránsito intestinal: Las fibras insolubles actúan como un «cepillo» en el intestino, estimulando el movimiento regular de los alimentos a través del sistema digestivo. 

Retención de agua: a nivel tecnológico, las fibras tienen la capacidad de retener el agua de los alimentos. De esta manera se consigue evitar sinéresis y aportar jugosidad al producto. 

Mejora de la calidad y la textura de los productos alimenticios: Las fibras dietéticas mejoran la calidad y textura de los productos alimenticios, aportando estructura y sensación en boca.

Formulación de alimentos funcionales con beneficios para la salud: Desempeñan un papel crucial en la formulación de alimentos funcionales que ofrecen diversos beneficios para la salud, como la mejora de la digestión y la salud del corazón.

Atracción de consumidores preocupados por la salud: La inclusión de fibras dietéticas en los productos alimenticios atrae a los consumidores que priorizan la nutrición y el bienestar, ampliando así la base de consumidores.

Cumplimiento de la normativa y las normas de etiquetado: La incorporación de fibras alimentarias garantiza el cumplimiento de la normativa y las normas de etiquetado relacionadas con el contenido de fibra alimentaria, proporcionando transparencia a los consumidores.

Ampliación del mercado con productos a medida: Al crear productos adaptados a las necesidades de los consumidores con dietas específicas, como las dietas sin gluten o bajas en carbohidratos, las fibras alimentarias ayudan a ampliar el mercado y a satisfacer diversas preferencias dietéticas.