Reguladores de Ph
En el mundo vibrante de los detergentes, donde la eficacia y la delicadeza se encuentran, los reguladores de pH se alzan como arquitectos invisibles que definen el equilibrio químico. Estos productos ajustan la acidez y alcalinidad para optimizar la limpieza sin comprometer la compatibilidad con diferentes superficies. Los reguladores de pH se han convertido en maestros clave en la evolución de detergentes modernos.
Los reguladores de pH son agentes diseñados para mantener y ajustar el nivel de acidez o alcalinidad de los detergentes. Su función principal es asegurar que el producto se mantenga en un rango de pH específico, optimizando así su eficacia de limpieza.
Equilibrio pH-neutro: garantizan que el detergente se mantenga en un rango de pH neutro, lo que lo hace seguro y eficaz para diversas superficies y textiles.
Estabilidad química: contribuyen a la estabilidad química del detergente, evitando cambios bruscos que podrían afectar su rendimiento.
Compatibilidad con otros ingredientes: son altamente compatibles con otros ingredientes detergentes, facilitando su incorporación en diversas formulaciones.
Control de reactividad: controlan la reactividad del detergente, asegurando que sea suave con los materiales pero contundente contra la suciedad.
Prevención de corrosión: ayudan a prevenir la corrosión en superficies delicadas al mantener un pH que no sea corrosivo.
Mejora de la solubilidad: mejoran la solubilidad de los componentes del detergente, asegurando su eficacia incluso en diferentes condiciones de agua.
Adaptabilidad a diferentes usos: su versatilidad permite adaptarse a distintos usos, desde detergentes para ropa hasta limpiadores multiusos.
Detergentes para ropa: se utilizan para mantener un pH suave en detergentes para ropa, evitando irritaciones en la piel y protegiendo los tejidos.
Detergentes para superficies: presentes en limpiadores multiusos para asegurar la compatibilidad con una variedad de materiales y superficies.
Detergentes especializados: incorporados en detergentes específicos, como los utilizados en la limpieza de utensilios de cocina, para mantener la seguridad y la eficacia.
Detergentes para lavavajillas: aseguran un pH adecuado en detergentes para lavavajillas, evitando daños en cristalería y utensilios.
Detergentes industriales: se aplican en detergentes utilizados en entornos industriales, donde el control preciso del pH es esencial para una limpieza eficaz.
Limpieza efectiva: mantienen el pH óptimo para una limpieza efectiva, eliminando la suciedad y las manchas de manera eficiente.
Protección de materiales: evitan la corrosión y protegen los materiales al mantener un pH que no dañe superficies delicadas.
Seguridad para la piel: al mantener un pH neutro, garantizan la seguridad para la piel al reducir el riesgo de irritaciones.
Compatibilidad con agua dura: facilitan la limpieza en áreas con agua dura, donde el control del pH es crucial para el rendimiento del detergente.
Durabilidad del producto: contribuyen a la durabilidad del detergente al mantener su estabilidad química, asegurando su eficacia a lo largo del tiempo.
Ácidos orgánicos e inorgánicos
Ácido cítrico (polvo y solución 50%)
Ácido fórmico
Ácido fosfórico
Ácido glicólico 70%
Ácido glucónico 50%
Ácido láctico
Ácido metanosulfónico Scaleva®
Ácido sulfámico
Ácidos polifosfóricos
Carbonatos y bicarbonatos
Citrato trisódico
Etanolaminas (puras y en solución acuosa)
DEA
MEA
TEA
Metasilicato sódico anhidro y pentahidratado
Monoisopropanolamina
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